lunes, 24 de octubre de 2011

Pacto de Amor

Nadie Se enamora por casualidad,

Es por oportunidad.
 


Nadie
Permanece enamorado por casualidad,

Es por trabajo.


Y nadie

Deja de amar por casualidad,

Es por decisión.

Jn 3:16) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Le costó la vida pero por amor la dió por tí y por mí;
(1Ti 3:16) Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.
No escatimó su linaje, porque siendo rico se hizo pobre aun siendo Dios se hizo hombre;
(Hch 2:38) Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Dios ya hizo su parte, ahora te toca a tí; Creále a la Palabra de Dios. Está en tus manos...

jueves, 28 de abril de 2011

CONFIESO MI PECADO


CONFIESO MI PECADO


Puede ser que hayamos oído decir:
“Dios aborrece el pecado pero ama al pecador”.


Es cierto. Todo pecado es repudiado por Dios. Pero, por su gran amor al pecador, Jesucristo murió en la cruz del calvario para ser nuestro Salvador y no debemos olvidar que aunque cometamos el peor de los pecados, podemos acudir a sus amorosos brazos y recibir el perdón de todos nuestros pecados, siendo bautizados en el nombre de Jesucristo.


Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1ra. Juan 1:9


Perdóname, Dios mío Salmo 51 David compuso este Salmo después que tuvo relaciones sexuales con Betsabé. El profeta Natán lo reprendió por ese pecado de adulterio. Y dijo David

  1. Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis         rebeliones.
  2. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
  3. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.
  4. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
  5. He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
  6. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
  7. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.
  8. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido.
  9. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades.
  10. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
  11. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu.
  12. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente.
  13. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.
  14. Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.
  15. Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
  16. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto.
  17. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
  18. Haz bien con tu benevolencia a Sion; edifica los muros de Jerusalén.
  19. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.



Tomado de: Boletín Buenas Nuevas
Iglesia: Central de Bogotá

miércoles, 30 de marzo de 2011

CALIDAD HUMANA


CALIDAD HUMANA

Quien posee la cualidad básica de dar un TRATO SENCILLO Y NOBLE jamás pasa de largo frente a uno fingiendo no conocerle; comparte el pan tanto de los más humildes como de los más opulentos; le fascina jugar con los niños; conversa amenamen­te con los ancianos, enfermos o marginados; ayuda a los que están abajo sin ufanarse, poniéndose a su nivel.
Quien da un TRATO SENCILLO Y NOBLE hace que los demás se sientan cómo­dos a su lado, como cuando se está con un amigo. ¿Viven ustedes de esa forma? No hay nadie mejor que sus compañe­ros de trabajo y sus familiares para decirlo.
      
La mayoría de la gente no estamos preparados para medir la CALIDAD PROFESIONAL de los especialistas, pero cualquier persona está capacitada para eva­luar la CALIDAD  HUMANA, y es evidente que muchos preferimos pagar más con tal de recibir mejores modales. 

El segundo punto a anotar en sus evaluaciones de calidad humana es LA CONFIABILIDAD. Las personas que más valen son las más confiables. 
“Confiables... Confiables... Confiables  La palabra se re­pitió en mi mente como si en el salón hubiera eco.

¿Qué características tiene la persona a la que pueden entregar su confianza absoluta? No piensen mucho. Lo dire­mos de una forma muy simple: sólo podemos confiar en quien sea incapaz de traicionarnos; en quien sabemos que no dirá nuestros secretos ni hablará mal de nosotros; en gente honesta que le guste decirnos las cosas cara a cara. Suena fácil, pero personas así no abundan. 

Los años nos enseñan esto. Muchos amigos son aparentemente confiables, incluso nos dan un trato sencillo y noble, pero al estar lejos hablan con suspicacia de nosotros y nos traicionan a su conveniencia. ¿Cómo nos damos cuenta entonces que una persona es confiable? Muy sencillo. Jamás cuenta asuntos negativos de otros y no accede, ni por excepción, a decirnos los secretos de los demás. 
  
Es así de fácil. Cuando alguien aprovecha toda oportunidad para difundir los errores y tropiezos de sus conocidos, cuando lo vemos quejarse de todo y por todo, cuando nos propone acciones que perjudicarán a alguien más, estamos ante una persona poco confiable. Es el sujeto que será tu amigo sólo mientras le sirvas para algo y que hablará mal de ti a tus espaldas. Yo prefiero tener un equipo menos competente pero más confiable, menos experto pero con la camiseta puesta. 

Deben estar seguros que el líder a elegir es una persona que no se aprovechará de cuanto uno le diga para su beneficio; que no se alegrará de pregonar las malas noticias; que no venderá un secreto al mejor postor. 

El tercer punto para determinar la Calidad humana de una persona es su POSITIVISMO. Las personas que más valen son positivas, aunque les vaya mal y el ambiente sea hostil, siguen optimistas, bromean­do y con deseos de seguir luchando. Las personas positivas no desertan: se caen, pero se levantan una y otra vez hasta lograr sus anhelos. 

Todos poseemos dos cristales a través de los cuales podemos mirar hacia el exterior: uno transparente y otro turbio. Si uno está acostumbrado a ver por el cristal turbio es una persona negativa, todo le desagrada, no brinda ayuda gratuita ni tolera que le llamen la atención por su Conducta. A las personas negativas son pocos los que las estiman. 

Es una ley natural. Recuerden, por ejemplo, a alguien que les desagra­da sobremanera, alguien con quien no se han podido identificar y por quien sienten rechazo; seguramente ese ¡individuo también experimente desagrado y repulsión por ustedes. Es una ley natural. 

Piensen mal de los demás y muy pronto van a pensar mal de ustedes; por el contrario, piensen sinceramente bien de alguien, busquen sus cualidades y aprendan a quererlo, y verán cómo esa persona también terminará queriéndolos. Por eso son tan escasas las personas de alta calidad humana. 
  
Cuarto punto generosidad. Las personas que son generosas, constantemente AYUDAN a otros y hallan el equilibrio entre dar y tener. La gente detallista es estimada, así como los mezquinos egoístas son aborrecidos; Piensen en aque
l familiar, tío, madre, abuela, amigo, que siempre que puede brindar ayuda. Todos tienen algo que agradecerle. 

Alrededor de la gente buena giran familias enteras; cuando ellos fallecen, muchas vidas se afectan porque eran fuente de amor y bondad de la que otros se nutrían.

»Vean los negocios que prosperan. Brindan un poco más que los demás por el mismo costo. Siempre tienen algo adi­cional, un extra, una ganancia para el cliente. Proporcionar servicio real, trabajar más de lo que estipula el contrato, en ocasiones puede parecer injusto, pero quien lo hace resulta doblemente beneficiado.


Preparado por:
Pastor. Jairo Antonio Marín Leiva  (Secretario Nacional)
  

martes, 29 de marzo de 2011

26 GUARDIAS

26 GUARDIAS

¿Alguna vez has sentido la urgencia de orar por alguien y lo has dejado para mañana? Lee
este testimonio: un misionero en vacaciones contó la siguiente historia cuando visitaba si
iglesia local en Michigan, EU.
“como misionero en un pequeño hospital en área rural de áfrica, cada dos semanas viajaba a
la ciudad en bicicleta para comprar provisiones y medicamentos.
El viaje era de dos días y debía atravesar la jungla. Debido a lo largo del viaje, me era
necesario acampar en el punto medio, pasar la noche y reanudar mi viaje temprano al día
siguiente. En uno de estos viajes, llegue a la ciudad donde planeaba retirar el dinero del banco,
comprar la medicina y los víveres, y reanudar mi viaje de dos días de regreso al hospital.
Cuando llegue a la ciudad, observé a dos hombres peleándose, uno de los cuales estaba
bastante herido. Le cure sus heridas y al mismo tiempo le hable de mi señor Jesucristo.
Después de esto, reanude mi viaje de regreso al hospital. Esa noche acampe en el punto
medio y a la mañana siguiente reanude mi viaje y llegué al hospital sin ningún incidente. Dos
semanas más tarde repetí mi viaje. Cuando llegué a la ciudad, se me acercó el hombre al cual
yo había atendido en mi viaje anterior y me dijo que la vez pasada, cuando lo curaba, él se dio
cuenta que yo traía dinero y medicina. El agregó: “unos amigos y yo te seguimos en tu viaje
mientras te adentrabas en la jungla, pues sabíamos que habrías de acampar. Planeábamos
matarte y tomar tu dinero y medicinas. Pero en el momento que nos acercamos a tu
campamento, pudimos ver que estabas protegido por 26 guardias bien armados”. Ante esto no
pude más que reír a carcajadas, y le aseguré que yo siempre viajaba solo. El hombre insistió y
agregó:” no señor, yo no fui la única persona que vio a los guardias armados, todos mis amigos
también los vieron, y no solo eso sino que entre todos los contamos”.
En ese momento, uno de los hombres en la iglesia se puso de pie y le pidió al misionero que
por favor le dijera la fecha exacta de cuando sucedió ese hecho. El misionero les dijo la fecha y
el mismo hombre le dijo la siguiente historia: “en la noche de tu incidente en áfrica, era de
mañana en esta parte del mundo, y yo me encontraba con unos amigos. Estábamos a punto de
comenzar un juego de golf, cuando sentí una imperiosa necesidad de orar por ti, de hecho, el
llamado que el señor hacia era tan fuerte, que llame a algunas personas de nuestra iglesia para
que se reunieran conmigo lo más pronto posible.” Entonces, dirigiéndose a la congregación
dijo: “todos los hombres que vinieron en esa ocasión a orar ¿podrían ponerse de pie por favor?
, todos los hombres que habían acudido a orar por él se pusieron de pie, el misionero no
estaba preocupado por saber quiénes eran, más bien se dedico a contarlos… en total eran
26….

viernes, 25 de marzo de 2011

APRENDIENDO A ORAR


APRENDIENDO A ORAR


¿Te ha pasado que no te dan muchas ganas de orar?, ¡Sí!, hablo de esos momento en los cuales tu sabes bien que tienes que dedicar a la oración, pero que aun así, no sientes la mas mínima ganas de orar.

Y es que hay algo importante que debes saber sobre la vida cristiana, y es que la ORACIÓN será tu pulmón para andar en el camino correcto, pero sinceramente hay momentos en los cuales por el cansancio del día, por el mal humor que tenemos o simplemente por “evitar la fatiga” no queremos dedicar ni un mínimo tiempo a la oración.
      
Y ¡Ojo!, cuando hablo de dedicar también a la oración no hablo de PEDIR y PEDIR, pues muchos de nosotros tenemos el concepto que orar es nada más para pedir, cuando realmente la oración es una comunicación que deberíamos tener con Dios, no solo para pedir, sino para hablar con Él, contarle nuestros más íntimos secretos y sueños, aun cuando sabemos que El los sabe, pero que quiere escucharlos de tu propia voz.
  
¿Cómo saber que una persona no ora o no tiene un habito diario de oración?, tan simple como escucharlo orar, te voy a dar un secreto, no para que critiques, sino para que te des cuenta de los errores en que muchas veces caemos por no cultivar una vida de oración.
Para saber si una persona tiene una vida de oración o no, basta tan solo escuchar como ora, si al orar esta persona repite palabras cientos de veces, es señal que no está acostumbrado a orar, ¿Has escuchado oraciones como esta?: “Señor, te pido Señor, que seas tú Señor, el que bendiga Señor, la vida Señor, de los hermanos Señor, porque Señor, necesitamos Señor, que seas tú Señor, el que obre Señor”. Dijo: “Señor” como quinientas veces y no se le entendió nada de lo que dijo, esa es una señal de que no está acostumbrado a orar o en algunos casos no mantiene una vida de oración constante.

Hay un dicho que dice: “mira con quién andas y te diré quién eres”, yo tomaría el sentido de ese dicho para referirme a la oración, y diría: “dime lo que oras y te diré si en verdad oras”. Y es que hermanos amados, no debemos olvidarnos de la oración, aun cuando no tenga la más mínimas ganas de orar.
  
Yo sé que es no tener ganas de orar, yo sé que es prometerle al Señor que a partir de tal día comenzare a orar mas, yo sé que es todo eso y por esa razón te motivo a que elimines de tu vida esa haraganería espiritual que no te permitirá alcanzar muchos sueños en el Señor, pues algo básico para alcanzar nuestros más anhelados sueños en el Señor es la vida de oración que tendremos.

Muchos quieren tener una gran unción, otros sueñan con ministerios internacionales, uno que otro en ir al África a conquistar almas, pero yo te pregunto: ¿Cómo está tu vida de oración?, Dios utilizara mas a aquellos que lo busquen y anhelen su presencia, ¿Cuánto estas anhelando su presencia?, ¿Realmente mueres por ganas de doblar rodillas y ponerte a clamar?, pues para alcanzar grandes metas se necesita pagar los precios de la continua comunión con el Señor.

¿Cómo una persona puede ser usada por Dios en gran manera?, tan fácil como que esta persona busque de Dios, cultive una vida de oración, cultive una vida de lectura de su Palabra, cultive una vida de servicio y sobre todo que este con un corazón dispuesto a ser usado.
Muchos de nosotros tenemos el corazón dispuesto para ser usados, quizá para sanar enfermos, levantar muertos u otra acción que denote el respaldo tremendo de Dios, pero ¿Se lograra esto sin haber cultiva antes una vida de oración?, personalmente creo que no, que el respaldo de Dios viene a través de la comunión que yo mantenga con El, pues nada viene por sí solo, todo depende de Él y es por El, por lo tanto necesitamos urgentemente entender la importancia que es cultivar una vida diaria de oración.

Un cristiano sin una vida de oración, es una marioneta andando, que se mueve por sí sola, pero que realmente está vacía por dentro, pues la oración es base fundamental de la vida cristiana, definidamente.



Preparado por:
Pastor. Jorge Enrique López.
  

Atalaya: EL CAMELLO

EL CAMELLO


EL CAMELLO



En los países orientales se usa el camello como vehículo de carga y aun de pasajeros. Pero
con estos animales hay que seguir un proceso en las mañanas y en las tardes, para empezar y
terminar las duras faenas en las dilatadas y ardientes arenas del desierto.

Una de estas tareas consiste en hacer arrodillar los camellos en las madrugadas, para
colocarles las enormes cargas que llevarán a través del desierto. Y la otra tarea es a la inversa.
Consiste en hacer arrodillar al camello en las horas del atardecer, cuando terminan las faenas,
para quitarles las cargas.

Esta operación se repite a diario, a mañana y tarde.

Cuanto bien nos hará a nosotros los cristianos de este tiempo, madrugar a arrodillarnos como
los camellos delante de nuestro Maestro divino, para colocarnos las enormes cargas de
nuestros compromisos, afanes y responsabilidades del día, encomendándole a él nuestro diario
caminar por este desierto, para que no desfallezcamos.

Es una gran señal de sensatez humana, madrugar a buscar la ayuda del Altísimo, su poder, su
fortaleza, y su guianza, para iniciar nuestra diaria jornada.

De cuantos problemas y aflicciones podríamos librarnos, y cuantas bendiciones de Dios
recibiríamos, si hiciéramos de la oración, nuestra primera labor matinal. Nos sentiríamos más
seguros y confiados, y nuestras cargas serían menos onerosas.

De igual manera al anochecer, dejar que el Soberano Dios, nos quite las cargas del día, para
acostarnos en paz y seguridad; y seguir viviendo confiadamente.

Nunca te levantes sin orar primero. Y nunca te acuestes, sin darle al Señor las gracias por
todos sus beneficios obtenidos en el día. Recuerda ORAD SIN CESAR.


Preparado por:
Pastor: Jorge Enrique López.